ESCUELA DIOCESANA DE EVANGELIZACIÓN
JUAN PABLO II

Al concluir el Año de San Pablo y la celebración del X aniversario de nuestro primer Sínodo, la Delegación Diocesana de Pastoral Misionera, decidió poner en marcha la Escuela Diocesana de Evangelización. Más tarde, el Vaticano creó el Dicasterio para la Promoción de la Nueva Evangelización y convocó para el año 2012 un Sínodo con el tema de la Nueva Evangelización y en cuya Lineamenta se puede leer:

“Desde el Concilio Vaticano II hasta el presente, la nueva evangelización ha sido siempre presentada, cada vez con más claridad, como el instrumento gracias al cual es posible enfrentar a los desafíos de un mundo en acelerada transformación, y como el camino para vivir el don de ser congregados por el Espíritu Santo para realizar la experiencia del Dios, que es para nosotros Padre, dando testimonio y proclamando a todos la Buena Noticia –el Evangelio– de Jesucristo.” Lineamenta 1


Nuestro deseo es, por fin, poner en marcha la Escuela de Evangelización reuniendo a las personas que a lo largo de este tiempo se han mostrado sensibles a esta iniciativa y abriendo la posibilidad a otros que lo deseen, e irles capacitando como discípulos y misioneros en nuestra Diócesis, dando pasos progresivamente para la creación de un equipo itinerante de evangelización como nos pide algunas de las líneas de acción del vigente PDP 2011-2015:

“Implantar una específica formación y capacitación en relación a la Nueva Evangelización”

“Potenciar y acompañar las acciones pastorales de primer anuncio e iniciación cristiana en la línea de la pastoral misionera.”

Este proyecto, por tanto, quiere ser una iniciativa que aúne esfuerzos y ponga a todos los que ya estamos trabajando, en disponibilidad para hacerlo más allá del grupo, parroquia o realidad pastoral en la que se está directamente implicado sin abandonar esta.

Cada uno, desde su sensibilidad y carisma concreto, sumando esfuerzos para llevar el mensaje del Evangelio, respondiendo a una llamada específica del Señor, a través de su Iglesia.

Además, no solo quiere favorecer la formación y capacitación sino la experiencia espiritual que promueva, a la escucha del Maestro, la docilidad y disponibilidad para, en su nombre, transmitir el Kerigma.

Y todo, desde la experiencia de evangelización directa en los lugares y ambientes en los que sean requeridos, coordinados por la Delegación para la Promoción de la Nueva Evangelización. Así estaremos respondiendo a la constitución sinodal que nos invita a crear una “plataforma misionera para impulsar la dinámica evangelizadora”.

Por tanto, los pilares de este proyecto serían Oración + Formación + Acción como nos indica la Lineamenta para el Sínodo:

“La formación y el cuidado con que se deberá no solo sostener a los evangelizadores ya en acción, sino llamar a nuevas fuerzas, no se reducirá a una mera preparación técnica, aunque ella sea necesaria. Será sobre todo una formación espiritual, una escuela de la fe a la luz del Evangelio de Jesucristo, bajo la guía del Espíritu, para vivir la experiencia de la paternidad de Dios.” Lineamenta 22

Aclarado el principio, concretamos el proyecto de la siguiente manera:

a. Con la colaboración del ISTIC, abrir la especialidad de “Pastoral Misionera o para la Nueva Evangelización” en las escuelas de Agentes de Pastoral en el ritmo que habitualmente llevan las mismas: tres cursos de los cuales dos son comunes y uno específico. Facilitando, a su vez, que quien lo desee, puede continuar los estudios teológicos y sin que eso suponga sentirse obligado a incorporarse a la Escuela Diocesana, en el resto de facetas de este proyecto. Ver programa de la especialidad en el anexo.

b. Además de la formación intelectual, la Escuela de Evangelización, independientemente de otras ofertas diocesanas, ofrecerá cada año un curso específico que cuide la espiritualidad del evangelizador como pide el Pontificio Consejo.

c. Así mismo, también ofrecerá cursos que capaciten de forma práctica a los agentes y les doten de las herramientas necesarias para llevar adelante el proceso evangelizador.

d. Por último, teniendo en cuenta las capacidades de los agentes y la demanda diocesana, la Delegación para la Promoción del Nueva Evangelización, ofertará experiencias concretas en distintos lugares de la Diócesis en los que se pueda aplicar y compartir todo lo aprendido, contribuyendo a prestar un servicio realmente evangelizador allí donde sea necesario.

e. Velar desde la Delegación en todo momento por la unidad del proyecto, sin descuidar ninguna de sus facetas y abriendo nuevos cauces de concreción del mismo, en la medida que este vaya avanzando.

Tenemos la esperanza que esta herramienta que quiere nacer en nuestra Diócesis, con el tiempo se vaya convirtiendo en un foco de espiritualidad y formación de los agentes que repercuta en el bien de todos los que vivimos la fe en estas islas y de cuantos, aún sin conocer al Señor, puedan encontrarse con Él a través del testimonio de aquellos que, escuchando el mandato misionero, queremos anunciar a todos los pueblos su Salvación.

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